Duele el aire
faltan las palabras,
y un solo camino,
es el que marca el espacio.
Un solo lugar real,
una única realidad tangible,
el resto es un sueño
una sombra que subsiste.
Otros sitios que se unen,
se aglutinan pertinaces,
para formar un recuerdo,
que pueda existir en el horizonte.
Y las estrellas triunfantes,
que gozan del beneficio
de brillar en todas partes,
son cómplices del traslado.
El alma ligera y volátil,
que no mide distancias
ni lleva equipaje,
se eleva como alada.
Y bajo la luz de la luna
y la copa de los árboles,
en una nube de ensueño,
desciende suavemente en tu paisaje.
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