martes, 8 de septiembre de 2009
Cae la tarde
Esta nostalgia arremolina
pensamientos y desvelos,
confunde el hoy con el ayer
y los sueños con los recuerdos.
Esta pertinaz obstinación,
que busca crear de lo perdido,
que toma revancha del pasado
y aun se acobarda como niño.
Que une nombres y ciudades
paisajes y miradas,
y funde en tu sonrisa
tantas sonrisas amadas.
Que es palpitante y frágil
expectante y tesonera
en un halo de tristeza,
pero febril y ciega.
Que sabe que son imposibles
los castillos que edifica,
pero los sostiene en lo alto
con quijotezca alevosía.
Conciente que el dolor
será el trago de cada día,
prefiere consumirse en el,
antes que renunciar al idilio.
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