lunes, 16 de noviembre de 2009

Una gota de agua y sal



De qué color es el fondo del alma,
cuando se llena de incógnitas y aflicciones?
ésas sencillas, banales,fútiles,
pero que parecen un cúmulo de emociones.

Que son simples, vacuas sensaciones,
pero que hacen que el corazón,
estremecido, frágil, sofocado,
se haga grito silencioso en la garganta.

Que dezlisan un velo en la mirada,
cubriendo de nubes el sol de la mañana,
y sin más aviso, que su golpe sordo,
se roban las estrellan, en un simple soplo.

Y lo más triste,pesaroso , mohíno,
es que con su trivial hostigamiento,
traen el dolor de las grandes penas y lamentos,
de todos los días, de la suma de los tiempos.

Y en lo profundo de la conciencia,
en un instante de reflexión necesaria,
sabemos que en este camino temporal,
nuestra tristeza, es menos que una gota en el mar.

2 comentarios:

Paris Quelart Budó dijo...

Somos dos polos opuestos, Claudia... creo, aunque no me hagas nada de caso.

claudia dijo...

Y lo bueno de la naturaleza humana, es que la misma situación puede provocar según quién la viva, las mas diversas emociones, que a su vez, pueden ser semejantes a las de alguien...pero la humanidad es tan inmensa y compleja y al mismo tiempo tan simple.Quizas a eso me refiero, nuestro dolor es único, enorme, una carga inmensa, pero en el mar de todas las grandes penas, es sólo nada...y para nosotros mucho.