La alegría se extiende fértil, como follaje en el pecho y la pena se enmaraña como hiedra en la garganta.
O será que las lágrimas que esquivas se me niegan, se comprimen en el alma y en palabras silenciosas ruedan?
Letras que se unen, con pertinaz alevocia y son un tímido río de sollozos salados y tibios.
Desgarros, distancias, recuerdos y ansias. Silencios , soledades y palabras banales la tesonera lucha por defender los ideales y en medio de ello, la realidad irrefutable.
Pero es un momento , sólo un leve quebranto, un instante en que la rodilla flaquea y contra la tierra descansa.
Y aspirar profundo , beberse todo el aire para encender una antorcha en la ilusion cansina porque ante todo ,siempre esta la vida.
De qué color es el fondo del alma, cuando se llena de incógnitas y aflicciones? ésas sencillas, banales,fútiles, pero que parecen un cúmulo de emociones.
Que son simples, vacuas sensaciones, pero que hacen que el corazón, estremecido, frágil, sofocado, se haga grito silencioso en la garganta.
Que dezlisan un velo en la mirada, cubriendo de nubes el sol de la mañana, y sin más aviso, que su golpe sordo, se roban las estrellan, en un simple soplo.
Y lo más triste,pesaroso , mohíno, es que con su trivial hostigamiento, traen el dolor de las grandes penas y lamentos, de todos los días, de la suma de los tiempos.
Y en lo profundo de la conciencia, en un instante de reflexión necesaria, sabemos que en este camino temporal, nuestra tristeza, es menos que una gota en el mar.