Hasta ayer creía que inevitablemente
la suma de los años daba la experiencia,
y por resultado , de tal simple cuenta,
la vida era más comprensible y cierta.
Hasta ayer creía que sólo desearía,
lo que a mi alcance estuviera,
que mis grandes iniciativas,
habían quedado allá en la adolescencia.
Hasta ayer creía que en mi mirada,
ya el cansancio había gastado
las lágrimas viejas , y que las de hoy,
reacias, se negaban a regar las aceras.
Hasta ayer creía que todos mis arrebatos,
estaban encausados en la senda correcta,
y que mi corazón ya no tendría ,
ese ímpetu extraño de estrella y cometa.
Hasta ayer creía que todas estas cosas
eran verdades resueltas por la sensatez
de los tiempos que nada nuevo traen ni llevan,
y que no se tropieza con la misma piedra.
Hasta ayer nomas , pero hoy cae toda certeza,
para demostrar que debajo
de todo lo que parecía corteza,
una mirada de niña, aún me observa.
jueves, 17 de diciembre de 2009
Fragilidad
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1 comentario:
Querida Claudia,
He mirado un poquito tu blog, pero ya iré dándome una vuelta de vez en cuando.
Una amiga de Madrid, besos
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